¿Qué define a un buen profesional?

El concepto de buen profesional se asocia erróneamente a un título en una universidad de prestigio y decenas de certificaciones. Esto es tan solo es una fracción mínima de todo el camino que recorrer para convertirse en un profesional ejemplar, sea como dependiente o emprendedor.

Desde Mente Profesional te guiaremos en una autoevaluación para mejorar, convertirte en una mejor versión de ti mismo y triunfar en lo que sea que busques lograr.

El camino para ser un buen profesional

El camino para llegar a ser un buen profesional está lleno de distracciones, fracasos, competencia, decepciones, estudio, desveladas y aprendizaje. En ocasiones enfocamos nuestra mente y energía en metas que no nos corresponden, por las que no sentimos pasión y que nos inculcaron familiares, amigos o profesores. Ese es el primer paso para la infelicidad y la mediocridad permanente.

Se nos tiende a encasillar desde pequeños en lo que debemos o no ser, cuando la realidad es que tenemos todo un potencial que desarrollar fuera de esa zona de confort. Para mejorar hay que experimentar y atreverse a cambiar los paradigmas y aunque esto suena filosófico funciona.

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Pero dejando de lado estos intentos de motivación vamos a lo concreto, a lo que se necesita para ser considerado un buen profesional. La responsabilidad, puntualidad, enfoque a las metas, confianza y capacidad de aprender rápido son las cualidades que siempre se han relacionado a los profesionales. Pero esta visión es generalizada y hay mucho más por desglosar.

Acompáñanos en este ejercicio de desmenuzar la actividad profesional y comparte tu experiencia en los comentarios.

Características que definen a un buen profesional

Todos construimos una imagen distinta de lo que significa un profesional excelente y exitoso. Estas variantes son culturales, de crianza y nivel de educación, algunos pueden pensar que con tener un título universitario basta, mientras que otros enfocan su mirada más en la habilidad y experiencia práctica. Por nuestro lado te compartiremos nuestra visión en particular de este tema.

1) Habilidad para ser colaborativo y resolutivo

La mentalidad de lobo solitario quedó obsoleta hace tiempo, es momento de aprender a trabajar en equipo, a colaborar y expresarte cuando consideres que puedes aportar algo valioso. En la realidad los grupos de trabajo pueden ser más conflictivos de lo que plasman estas palabras.

Ante este escenario la posición correcta es mostrarte resolutivo y colaborador, siempre actuando de forma inteligente y empática. No es casualidad que en las entrevistas de trabajo hagan preguntas como “¿te sientes bien trabajando solo o en equipo?”, aprende a mediar y entender la manera de trabajar de tus compañeros.

2) Inteligencia emocional

Mencionar la inteligencia emocional para algunos solo suena aplicable al plano personal y amoroso. Lo cierto es que esta cualidad se enfoca hacia la capacidad que tiene una persona de mediar y resolver conflictos de manera civilizada manejando sus emociones de manera eficiente. Esto dentro o fuera del trabajo.

El manejo de las emociones es fundamental si se trabaja en equipo. No puedes ir gritando o adelantándote a los hechos por ansiedad en un espacio colaborativo. Aprende a serenarte y expresar tu incomodidad o emociones positivas de forma correcta.

3) Actualización constante de su oficio o carrera

En este punto nos adentramos en los aspectos técnicos, tengas o no título o experiencia. Es importante que si buscas ser un buen profesional te dediques a actualizarte sobre tu oficio, carrera o medio de subsistencia. Con el avance de la tecnología la exigencia es mayor en los puestos de trabajo y también para quienes buscan emprender su negocio. La nula actualización te pondrá en desventaja en plena revolución del trabajo.

Existen  cientos de webs que ofrecen cursos online gratis o precios competitivos. Algunas conocidas son Aulafácil, aprende gratis, coursera, codecademy y edx. En ellos también puedes mejorar tu base en idiomas para obtener mejores puestos y oportunidades.

4) Organizativo para lograr sus metas

La falta de organización es un pecado en el que un enorme porcentaje de profesionales caen (sí, me incluyo). Esto nos cuesta tiempo, dinero y oportunidades, por eso aprende a organizarte mejor para lograr tus objetivos y metas.

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Si tienes una tarea compleja divídela en pequeños objetivos para cumplirla sin frustrarte o desistir.

5) Receptivo con las críticas constructivas

Una persona cerrada y poca autocrítica es alguien que no progresa, que se estanca y cae en la mediocridad. Ábrete a las críticas sin miedo, fallar es normal y lo que queda es tomar la retroalimentación de compañeros y amigos para mejorar. Eso sí, no te olvides de identificar los comentarios tóxicos o de desanimo que te alejan de tu meta.

6) Disposición a asumir responsabilidades incluso pequeñas

La responsabilidad es la cualidad más valorada en los profesionales y esto no ha variado en el tiempo. Si quieres ascender debes comenzar a aplicar hasta en las pequeñas cosas. Si te asignan liderar a un grupo de 4 personas afronta el reto y aprende en el camino, lo mismo si debes entregar un informe a tiempo o repartir el café en la mañana.

7) Mentalidad global y abierta

Lee, instrúyete y aprende otros lenguajes para adquirir una mentalidad global y abierta. Solo de esta manera podrás abrirte al mundo y conseguir mejores oportunidades de desarrollo profesional. Este es uno de los retos más complicados, toma tiempo, paciencia y enfoque al logro ¡empieza a trabajar por ello!

8) Superación de los obstáculos

No te dejes derrotar al primer obstáculo, el fracaso es parte de la vida y a todos nos pasa aunque parezca que no. Serénate y busca soluciones para salir de los problemas y aprende a pedir ayuda cuando sea necesario.

9) Conocer sus límites

¡Muy importante seguirla! No te sobrecargues de trabajo si no tienes un enfoque claro y en algún momento date tiempo para descansar o darte un agasajo. Todos tenemos un límite de resistencia y aunque a veces rompemos las reglas para superarnos cada día más no hay que caer en el  exceso dañino. Si trabajas en equipo no temas delegar.

Retos para el profesional moderno

• Superar las distracciones tecnológicas: Las redes sociales, webs de curiosidades, aplicaciones, juegos online y más recursos en ocasiones se vuelven fuertes distractores para el profesional. Este es el origen de la conocida procrastinación.
• Superación salarial: Búsqueda de mayores recursos económicos en medio de las crisis del trabajo.
• Imagen en internet: Crear un perfil profesional y marca personal en internet es fundamental para obtener mayor proyección laboral.
• Lidiar con las crisis del trabajo: Esta situación no solo se acentúa en Europa, también en EE.UU y Latinoamérica.
• Adquisición de experiencia laboral: Para los jóvenes profesionales o que entran en edad de trabajar este punto es uno de los más complejos.

Frena los hábitos que te hacen un mal profesional

Casi todos los aspectos que te la juegan en contra para ser un buen profesional son corregibles. La impuntualidad, falta de actualización, desorganización y actitud pasiva se corrigen con disciplina y autoretos. Otras como la falta de ética y sistemas de valores, autoengaño e insatisfacción total debes manejarlas con más cuidado.

Si tienes malos hábitos quizás consigas un trabajo, pero acabarán cansándose de ti si no te apoyas en tus puntos fuertes y comienzas a mejorar.

¿Qué características crees que definen a un buen profesional a parte de las mencionadas? Estamos abierto a las opiniones y al debate en los comentarios ¡comparte con nosotros!

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