Resiliencia, ¿por qué es importante tenerla en el ámbito profesional?

La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades para mantenerse en pie de lucha. Esto con una dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten avanzar en contra de la corriente y superarse. Esta es la definición según E. Chavez y E. Yturralde.

La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.

¿Qué es la resilencia y por qué es importante tenerla?

La Real Academia Española (RAE) define la resiliencia como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Esto no solo aplica en el tema personal, también llega al ámbito laboral, ¿cómo cuáles? Sencillo, una de esos puede ser un problema empresarial donde somos los responsables, proyectos propios o asuntos judiciales que pueden llevar a un emprendedor o empleado a una crisis personal.

¿En qué puede ayudarnos?

Ser más positivos y creativos

En ese momento entra la resiliencia para ayudarnos a salir del pozo. No es nada fácil lleva tiempo y se debe cultivar esa rama en nuestras vidas para afrontar las cosas de mejor manera. Por eso hay que tener estos tres pilares claro. Uno sin duda alguna es la capacidad de jugar, no internalizar las problemáticas de manera obsesiva, ser positivos y creativos para sobrellevar diferentes situaciones.

Buscar apoyo y hacer los problemas más llevaderos

En segundo lugar tener esperanza y saber buscar apoyo o en amigos, familiares y guías. Según expertos al sentirse apoyado, el individuo cuenta con idoneidad para compartir sus problemas y así hacerlos más llevaderos y por último, la confianza en uno mismo de manera constante, no importan las adversidades que se presenten.

Quizás ya eres una persona con la resiliencia desarrollada en el ámbito laboral, uno de los primeros rasgos según psicólogos es que «son muy conscientes de sus capacidades y de aquellos en lo que destacan. A la vez, conocen sus limitaciones y aquellas áreas en las que no están cómodos. Así pues se trazan objetivos alcanzables y para conseguirlos utilizan los recursos de forma más lógica».

Desarrollar confianza en ti mismo

Las personas resilientes tienen un común denominador: Han desarrollado un alto nivel de confianza en sí mismos. La idea del futuro les hace más soportable el presente, y tienen una fuerte orientación al logro. Se proyectan hacia adelante para conseguir los objetivos que se han propuesto, porque saben que pueden conseguirlos.

También son constantes y perseveran hasta lograr la meta y se adaptan a la situación difícil buscando proactivamente la salida. En definitiva, podríamos decir que la resiliencia está relacionada con la autoconfianza, la flexibilidad, la orientación al logro y la perseverancia, puntualiza la doctora Rafaela Santos es la presidenta y artífice de la Fundación Humanae y del Instituto Español de Resiliencia (IER).

Características de las personas con resilencia

1. Flexibilidad ante cambios. Tienen claro que los cambios y la evolución son algo necesario para mejorar. En el trabajo se toman las modificaciones de forma optimista, sabiendo que quizás conlleve un esfuerzo al principio. Pero que los objetivos serán más alcanzables tras superar ese periodo de adaptación, suman especialistas.
2. Se rodean de personas con visión positiva. Los cenizos y los pesimistas no les aportan nada útil.
3. Los obstáculos se los toman como una oportunidad. Hay que tener en cuenta que tan solo se crece con las adversidades.
4. Perseverantes. Una persona resiliente no se rinden a las primeras de cambio porque saben que el éxito requiere esfuerzo y constancia.
5. Son creativas. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. 
6. Confía en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr.
7. Practican el mindfulness o conciencia plena. Las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora. Tienen una gran capacidad de aceptación.
8. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. «Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan».

¿Cómo ser resilientes en el trabajo?

• Asumir las dificultades como desafíos, olvidando el miedo e intentando verlas desde un punto de vista positivo.
• Tomar consciencia de aquello que se siente en los momentos de máxima tensión e intentar encontrar un camino a seguir.
• Buscar incansablemente una alternativa mejor. Una actitud activa, tenaz, constante y positiva enfocada a la mejora, es una manera de aumentar la capacidad de resiliencia.
• Aprender a asumir las dificultades como desafíos y responder con determinación. Olvidar el miedo, la autocompasión o la culpa. La mejor manera hacernos más fuertes es intentar comprender las dificultades desde un punto de vista positivo y con ánimo de superación.
• El humor y la risa son válvulas de escape que neutralizan los momentos de tensión y tiene que ver, sobre todo, con la naturalización de las situaciones, por más adversas que puedan parecer.
• Tomar conciencia de nuestra emocionalidad, sobre todo en los momentos tensión. Si ignoramos los temores, jamás podremos tener una actitud positiva frente a ellos. Necesitamos ponerles nombre para enfrentarlos y trabajarlos.
• Poseer una actitud activa, alegre y constante aumenta nuestra capacidad de ser resilientes.
• Buscar apoyo en los compañeros de trabajo, la familia y escuchar sus consejos.

Beneficios de aplicarlo en la empresa

Sí manejas una empresa o eres el líder de un equipo ayudalos a fomentar la resiliencia. Verás que obtendrás muchos beneficios importantes de cara a lograr los objetivos y el crecimiento de los trabajadores:

• Se fijan metas realistas para desarrollar la autoestima entre los empleados
• Se incentiva a los empleados a llevar una vida saludable y aprender a enamorarse de su trabajo. Esto a través de la práctica del deporte y la buena alimentación.
• Toman en cuenta aspectos que favorecen el sentirse cómodo en la oficina; como son una buena iluminación, muebles confortables, rincones de descanso, etc.
• Favorecen los contactos cara a cara entre los empleados de manera no conflictiva.
• Aplican políticas claras consensuadas entre todos.
• Son conscientes de la importancia de compatibilizar la vida laboral con la personal.
• Se incentiva la cooperación fomentando el aprendizaje mutuo.

Expertos hablan de la importancia de la resiliencia

La presidenta del Instituto Español de Resiliencia y la Fundación Humanae, Rafaela Santos, señala que que cada persona sufrirá una media de dos o tres desgracias en su vida y que ante ellas se puede sucumbir o crecerse y salir fortalecido.

«Todos tenemos el potencial de cambiar en positivo una desgracia que no tiene que ser solo la muerte de un ser querido, sino también quedarse en el paro o afrontar una catástrofe (…),  que ha sugerido no temer a las dificultades ni vivir solo en el ojalá no me pase algo», sumó.

Destaca que la  destacado que la resiliencia «no es quitar obstáculos sino superarlos» y ha abogado por convertir casi en una cuestión de Estado la educación sobre los recursos psicológicos para hacer frente a las adversidades. Todos somos vulnerables pero todos podemos ser resilientes», ha enfatizado.

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La mujer puntualiza que las tres bases para desarrollar dicha capacidad son: aceptación, adaptación y actitud. Santo advierte, «si estás en transición o te has quedado sin trabajo, es muy importante abordar la situación con resiliencia para replantearte escenarios de futuro que seguramente te son desconocidos en estos momentos. Pero tus recursos siguen ahí».

«No estamos solos frente a la adversidad, afortunadamente hoy día hay un abanico muy amplio de profesionales con los que apoyarse y desplegar nuevamente la iniciativa. Lo que ha de poner cada uno de nosotros es el coraje para indagar, afrontar y superar lo que nos está haciendo sentir mal», señala.

La doctora suma que «es importante saber que tenemos muchas capacidades que no se desarrollan hasta que las circunstancias te obligan a ponerte al límite. El cerebro tiene una plasticidad que le permite desarrollarse a lo largo de toda la vida».

Las dimensiones

En una entrevista otorgada a la ABC la doctora Rafaela Santos explicó que la escala se basa en diez dimensiones que miden las características principales de una personalidad resiliente:

1. Recursos externos: características interaccionales que el sujeto establece con relaciones estables de su entorno.
2. Equilibrio vital: capacidad para no polarizarse en extremos.
3. Generatividad: habilidades para relacionarse y resolver problemas.
4. Red familiar y social: apoyo percibido de otros y la posibilidad de generar recursos en red.
5. Coherencia: mantener no sólo una apariencia externa sino considerarse dueño de una conducta honesta.
6. Recursos internos: características estructurales del sujeto.
7. Autorregulación: control emocional, incluyendo tolerancia a la frustración y gestión de conflictos.
8. Gestión del estrés: capacidad de manejar la adversidad buscando proactivamente soluciones.
9. Responsabilidad: sentirse capaz de acometer y resolver.
10. Identidad-autoestima: fortalezas personales y condiciones internas.ç

Por último ten presente que el modo de afrontar una situación adversa depende tanto de la parte genética como de lo desarrollado por la propia experiencia y educación ambiental. Tan importante es un aspecto como otro para el resultado final.

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