No hay nada más reconfortante que hacer lo que a uno le gusta y llena, pero inevitablemente con el paso del tiempo las perspectivas van cambiando, en muchos de los casos uno se desmotiva y se siente con poco ánimo de asistir a nuestro sitio de trabajo, pero eso puede cambiar.
Monotonía y rutina: Los enemigos del amor por el trabajo
Quizás eras de esas personas que decía «amo mi trabajo», «me gusta lo que hago», «qué genial es que me paguen por hacer lo que me gusta». Pero en muchas ocasiones la monotonía y la rutina influyen en no sentirte del todo motivado en las actividades que realizas a diario en tu lugar de trabajo.
Así como la falta de nuevos retos causan un impacto en la relación profesional. Todo eso termina interfiriendo en la forma que te desempeñas, en la productividad laboral y en especial la imagen que transmites a tus jefes y compañeros de trabajo.
A veces este tipo de estados son por unos días, pero en otros casos se termina convirtiendo en un hábito. Cuando ya levantarte en las mañanas se convierte en una tortura debido a que sabes que tienes que ir a trabajar, es hora de realizar una evaluación para revertir esta situación.
Psicólogos advierten que «una cosa es que ya no encuentres pasión por hacer lo que haces, y otra muy diferente, es que no te guste tu sitio de trabajo. Ya sea por el ambiente laboral, por el jefe o por las condiciones de trabajo. Pero debe tener muy clara esa diferencia. Para eso, pregúntese si, al momento de estar desempeñando sus funciones (sólo tú), te sientes motivado –más allá que por el dinero- para hacer lo que hace».
¿Cómo saber si estas enamorado de tu trabajo?
El portal Paid To Exist enfatiza algunos tips para saber si te estas sintiendo «des-enamorado» de tu trabajo:
- Debería apreciar y agradecer más a las personas con quienes trabajo.
- Me distraigo muy fácilmente.
- Reconoces que estás dando hasta donde te exigen, más no, hasta donde tus capacidades lo permiten.
- Te obligas constantemente a realizar las actividades, incluso sin ganas.
- Con situaciones nuevas dices: “debería estar más entusiasmados con esto, ¿por qué no lo logró?”.
- “¿Por qué no puedo ser más amable conmigo mismo?”.
De llegarte a sentir identificado con estas frases o situaciones, es evidente que estas esta perdiendo la pasión por lo que hace. Pero no entres en pánico, en Mente Profesional te daremos ciertas herramientas para revertir esa situación.
¿Qué hago para revertir la situación?
- Analiza la situación y cambia tu rutina. La monotonía en muchos de los casos se convierte en uno de los factores que influyen a que las personas pierdan el amor por lo que hacen. Así pero una de las recomendaciones que te damos es que tomes una ruta distinta para llegar a tu oficina. Empezar a llegar más temprano o salir un poco más tarde del trabajo. Otra opción es realizar primero las actividades que requieran de más concentración y trabajo. Tomarte un break al menos cada 3 o 4 horas. «Otra forma de cambiar su rutina es a través de establecer nuevas formas de hacer las cosas. Por ejemplo, en vez de escribir el correo electrónico a sus destinatarios, haga una llamada. O si tiene que escribir sobre algo y tiene la mente en blanco, a mano, haga una lluvia de ideas de lo primero que se le viene a la cabeza», especifica Paid To Exist.
- Acompáñate de otros colegas. Con esto te queremos decir que hagas nuevos amigos, ampliar tus redes sociales. Es por ello que cuando tengas tu receso en el trabajo, busca conversar con otros compañeros. Realiza nexos, con temas amigables y cotidianos.
- Empieza a experimentar nuevos campos. Dependiendo de la profesión que tengas busca adquirir nuevas habilidades e intenta adentrarte en aquellos lugares de tu carrera que quizás antes no encontrabas atractivos. Aprender cosas nuevas relacionadas a tu profesión.
- Analiza tus actividades actuales y define cuáles son las que si son de tu agrado y cuáles no. «Una vez que sepas cuáles son, busca formas de mejorar tus tiempos para cada actividad. Es importante encontrar formas de hacer las tareas difíciles más amenas», enfatizan especialistas.
Recuerda por qué tienes ese trabajo y cuáles son las recompensas. Haz una lista de las cosas que disfrutas de tu trabajo y compárala con otra de las cosas que no te gustan de él. Ten por seguro que al final recibirás muchas recompensas. Lo importante es que valores el trabajo que tienes y el esfuerzo que has hecho para llegar hasta ahí.